El riesgo de padecer demencia aumenta para quienes padecen una pérdida auditiva superior a 25dB.
36 %
de los casos de riesgo de demencia estaban asociados a la pérdida de audición de los participantes del estudio mayores de
60 años
Según estudios relevantes, los adultos de mayor edad con pérdida de audición son más propensos a desarrollar enfermedades como Alzheimer o demencia, incrementando el riesgo cuanto más grave es la pérdida auditiva. Por ejemplo, las personas con una pérdida de audición leve, son dos veces más propensas a desarrollar demencia que los normayentes. El riesgo se triplica en los casos de pérdidas auditivas moderadas y se quintuplica cuando la pérdida es severa.
¿Cuál es la relación entre ambas enfermedades?
Aunque la razón del vínculo entre la pérdida de audición y la demencia no es concluyente, los investigadores sugieren que una patología común puede subyacer a ambas, o que el esfuerzo de decodificar los sonidos puede saturar el cerebro con el tiempo, dejándolo más vulnerable para la demencia.
También especulan que la pérdida auditiva lleve a la demencia como consecuencia del aislamiento social, un factor de riesgo famoso tanto para la demencia como para otros desórdenes cognitivos.
Además de ser un importante factor de riesgo para el Alzheimer y la demencia, múltiples estudios han demostrado que la pérdida de audición agrava los síntomas de estas enfermedades cuando ya están presentes. Estos síntomas incluyen deterioro de la memoria, incapacidad para aprender nuevas tareas, disminución del estado de alerta del sistema nervioso, comprometiendo la seguridad personal, irritabilidad, enfado, fatiga, estrés, depresión, y un empeoramiento general de la salud.
¿Los audífonos pueden ayudar?
En respuesta a estos hallazgos se están realizando más estudios para determinar si los audífonos pueden retrasar, o incluso prevenir, la demencia o el Alzheimer al mejorar la audición de los pacientes.
La línea de fondo
En términos generales, la pérdida auditiva se desarrolla lentamente. La capacidad del propio cerebro de compensar ajustar los cambios graduales de la audición hace que sea difícil de reconocer la pérdida de audición. Por ello es tan importante revisar anualmente la audición. Los expertos recomiendan exámenes anuales para las personas a partir de los 45 años de edad. Encontrar y tratar la pérdida auditiva cuanto antes puede retardar, o incluso detener, su avance.Merece la pena invertir un poco de tiempo en una evaluación de nuestra audición, puesto que puede ahorrarnos muchos problemas a medida que envejecemos. ¡Preserve una buena audición durante toda su vida!