Consejos para proteger la audición
Utilizar tapones para los oídos siempre que el ruido ambiental sea tan alto que haya que alzar la voz para hacerse oír.
No importa cuál sea el origen del sonido de alta intensidad: música, maquinaria, conversación o cualquier otro tipo de entorno ruidoso. Los ruidos extremadamente fuertes pueden causar un daño permanente a las pequeñas células ciliadas del interior de la cóclea. Incluso el ruido moderadamente intenso durante un periodo prolongado de tiempo puede ser perjudicial. Los tapones acústicos pueden reducir los sonidos de 15 a 35 decibelios.
Bajar el volumen
Nunca hay que escuchar la música a un volumen alto. Si la intensidad de volumen resulta incómoda para escuchar, probablemente es que ya está muy alta. Si puedes escuchar la música que alguien está oyendo a través de los auriculares que lleva puestos, es que también está demasiado alto. Estando en un concierto hay que intentar permanecer tras el altavoz o utilizar tapones, que no bloquearán la música pero sí reducirán los decibelios, haciendo que la escucha sea más segura.
Al utilizar auriculares con cancelación de ruido, no se necesita subir el volumen para bloquear el ruido de fondo. El sonido entra en el canal auditivo de una manera más natural y dispersa, resultando menos perjudicial para los oídos.
Utilizar la regla del 60/60
El sonido por debajo de 85 dB se considera tolerable, pero la mayoría de los auriculares pueden reproducir sonidos que alcanzan los 120 dB. Incluso una exposición prolongada de 15 min puede provocar daños permanentes en los oídos. Al escuchar música, se aconseja utilizar la regla del 60/60: mantener el volumen al 60% máximo y escuchar música durante no más de 60 minutos.
Cuando escuchamos nuestra canción favorita, lo primero que hacemos es subir el volumen. Los altavoces actuales de los vehículos pueden ser muy potentes y amplificar mucho el sonido. Estando confinados en un habitáculo reducido como el interior de un coche, hay que mantener el volumen bajo.
Evitar los bastoncillos para los oídos
Si se utilizan bastoncillos para limpiar el interior del oído, hay que de hacerlo inmediatamente. El bastoncillo empuja el cerumen hacia el interior del canal auditivo, pudiendo dañar el tímpano.
Dar un respiro a los oídos
Tras exponerse a música alta, hay que dar un tiempo de recuperación a los oídos. De hecho, los estudios han demostrado que el oído necesita alrededor de 16 horas de descanso tras la exposición durante varias horas a sonidos por encima de los 100 dB, como por ejemplo, un concierto. Reducir este tiempo de recuperación puede incrementar el riesgo de daño permanente en el oído.