El oído es un sentido al que habitualmente no se le presta la atención que merece. A lo largo de la vida sometemos a nuestra audición a sonidos fuertes (música alta, herramientas eléctricas, cortadoras de césped, viajes en avión,...) sin proteger nuestros oídos. Lamentablemente esto puede provocar pérdida de audición. También el proceso natural del envejecimiento conlleva pérdida auditiva (presbiacusia). Incluso ciertas enfermedades y medicamentos pueden afectar negativamente a la audición. Por desgracia, la pérdida auditiva derivada de estas causas es permanente.
La buena noticia es que, incluso si ya se padece una pérdida de audición leve, no es demasiado tarde para preservar la audición restante durante años. Lo primero que se debe hacer es proteger los oídos en ambientes ruidosos, así como evitar el uso de bastoncillos para la limpieza del interior del oído. Asegúrese de comprobar el estado de su audición mediante un estudio auditivo completo.
Si se detecta pérdida de audición durante el examen auditivo, también puede deberse a un exceso de cerumen o una infección del oído. Este tipo de pérdida auditiva es reversible. Pero si la pérdida de audición deriva de la exposición continuada al ruido, la edad, o ciertas enfermedades y medicamentos, los audífonos resultan la mejor solución para preservar la audición.
Es importante saber que los audífonos actuales son sorprendentemente pequeños y cómodos. Hoy en día los audífonos incorporan microprocesadores diminutos para que resulten prácticamente invisibles al llevarlos puestos. Los audífonos pueden ayudar en casi todos los grados de pérdida auditiva, desde leves a profundas. Además, al ser estimulado el cerebro con sonidos que de otra forma no recibiría, los audífonos ayudan a mantener activa la mente, reduciendo el riesgo de padecer enfermedades cognitivas como la demencia.
Si cree que puede padecer pérdida de audición, no la ignore. Desatender la pérdida auditiva puede tener un efecto de "bola de nieve", aumentando mucho más rápido de lo necesario.
10 consejos para preservar una buena audición:
- Reconozca la intensidad del sonido de los ruidos en su entorno.
- Infórmese sobre la protección adecuada para los oídos. La hay de muchos tipos en el mercado actual, desde sofisticados tapones a medida a los de espuma más básicos, y muchos más.
- Aléjese del ruido intenso. Siempre que sea posible, déjelo a su espalda en lugar de frente a usted.
- Realice descansos cuando se encuentre expuesto al ruido.
- Al escuchar música a través de auriculares, mantenga el volumen bajo.
- Conozca los síntomas de la pérdida de audición, y compare su propia situación.
- Reserve una cita para un estudio auditivo. La hipoacusia está aumentando en edades más tempranas. Nunca es demasiado pronto para revisar la audición, pero de ninguna manera debe dejarse más allá de los 50 años de edad.
- Revise su audición en un centro especializado.
- Si padece una pérdida de audición reversible, realice las acciones necesarias para corregirla.
- Si se ha diagnosticado una pérdida auditiva permanente, utilice unos audífonos para frenar su avance y preservar una buena audición.