Los auriculares, sean telefónicos, de música o dispositivos Bluetooth®, se encuentran por todas partes hoy en día, conectados a teléfonos móviles, iPods, reproductores MP3, ordenadores, tablets y más.
Son utilizados por niños, jóvenes y adultos de todas las edades, y proporcionan privacidad de escucha en el colegio, el gimnasio, en casa o en el trabajo, allí donde las personas pasan su tiempo.
Los auriculares son de lejos la opción más popular para escuchar de forma individual. Son pequeños, ligeros, económicos y se pueden llevar en el bolsillo a todas partes. El problema es que estos pequeños artículos están causando daños auditivos a un ritmo alarmante. De hecho, los estudios muestran que uno de cada cinco adolescentes ya sufre hoy en día pérdida de audición.
Lo que resulta aún más perturbador es que la pérdida de audición no es reversible. Y cuanto más tiempo pasa sin revisión ni tratamiento, más rápido progresa.
El volumen es el culpable
La pérdida de audición inducida por ruido generalmente es causada por dos tipos de ruido: ráfagas repentinas y ensordecedoras, como disparos o fuegos artificiales; o la exposición continuada, como el ruido en una fábrica o la música alta escuchada a lo largo del tiempo.
Los auriculares se usan principalmente para escuchar música, y se le da poca importancia a la cantidad de tiempo que se utilizan o qué nivel de volumen se hace. No es raro que las personas escuchen música o la radio a un volumen demasiado alto durante varias horas al día.
¿Cómo pueden dañar la audición los auriculares?
Los auriculares utilizados habitualmente con iPod® o los reproductores MP3 se alojan en el canal auditivo. Colocar la señal de audio tan cerca del oído interno hace que se amplifique hasta nueve decibelios, lo cual es una cifra sustancial si consideramos que por encima de los 85 decibelios existe riesgo de lesión auditiva. Es como pasar del sonido de la campana de la cena al sonido de una cortadora de césped. Y si los auriculares no tienen un sello hermético, el ruido de fondo se filtra y hace que el usuario aumente aún más el volumen.
Además, los dispositivos iPod y MP3 más recientes tienen mayor memoria y un consumo energético más optimizado, permitiendo a las personas escuchar durante periodos más largos, sin interrupción.
Incluso un volumen moderadamente alto puede causar pérdida de audición si se escucha durante demasiado tiempo. Por ejemplo, escuchar un sonido de 90 decibelios durante 3 horas puede ser dañino como escuchar algo a 155 decibelios (como un avión despegando) durante 30 segundos.
Trucos a probar
Presentamos aquí algunas sugerencias para proteger la audición mientras se disfruta del uso de un dispositivo de escucha personal:
Utilice auriculares tipo "orejera". La mejor opción son los auriculares con "cancelación de ruido", que reducen o eliminan el ruido de fondo. Esto disminuye la necesidad de subir por encima del 50%. Puede escuchar música a un volumen más suave por más tiempo.